Los aficionados a las producciones turcas cada vez son más numerosos, fieles espectadores que no se pierden ni un capítulo de las series que se emiten en España y hacen bien, porque nunca deja de pasar cosas y corres el riesgo de perderte algo importante si faltas a la cita. ‘Me robó mi vida’ es una de ellas, pues nos cuenta la dramática historia de Bahar, una Cenicienta moderna a la que da vida Ezgi Asaroglu.
Un amor prohibido, un embarazo secreto y un bebé que es dado en adopción eran el punto de partida de esta historia, que hace tiempo que nos presentó a sus personajes y ahora solo podemos asistir asombrados ante el devenir de los acontecimientos. Historias del pasado cuyas repercusiones afectan a los protagonistas en el presente y que amenazan con desestabilizar su futuro, muertes, desapariciones, envidias y traiciones.
Sin duda, historias que están a la altura del drama de ‘Mujer’ o las intrigas románticas de ‘Love is in the air’, pues en ‘Me robó mi vida’, el amor también está en el aire. Entre los protagonistas, el amor no ha traspasado la pantalla, como les pasó a Hande Erçel y Kerem Bürsin, para los que ya suenan campanas de boda, pero tampoco ha sido necesario romper la cuarta pared de esta manera para querer saber más sobre sus protagonistas.
Yeşim Ceren Bozoğlu interpreta a Nuran, una mujer meticulosa y obsesiva, madre adoptiva de Bahar y quien no duda en favorecer a su hija biológica, Efsun, interpretada por Ceren Moray, quien tiene una bonita relación con nuestro país, pues conoció a su marido en Barcelona. Poco tiene que ver Yeşim con la mujer que interpreta, pues esta es la magia de la interpretación, una disciplina a la que ha dedicado toda su carrera y que ella misma enseña en el Conservatorio, tratando de encender en sus alumnos la llama que en ella arde con fuerza.
Este personaje supuso para ella un gran sacrificio, pues para poder interpretarlo tuvo que subir de peso. De hecho, la imagen que se puede ver en la serie de ella no es la que esta actriz luce actualmente, recordemos que la serie comenzó a grabarse en 2014. Y una vez que terminó su participación en la serie, de la que no salió demasiado contenta a causa del trato recibido por parte del director, tomó la decisión de centrarse en sus clases y en ella misma. Fue una época complicada para ella.
Tanto es así que durante una entrevista con la periodista Seyhan Erdağ reconoció que “llegué a tocar fondo”. La actriz recuerda esa época como una de las más complicadas de su vida, pues se le juntaron algunas “traiciones y engaños”, como ella misma los define. “Pesaba 110 kilos, estaba desempleada y no tenía dinero, pero era muy orgullosa y no sabía cómo pedir ayuda”, reconoció en la citada entrevista. Por suerte para ella, las cosas mejoraron con el tiempo, pues llegó incluso a vender las reliquias de su abuela para sobrevivir.
En 2016 se hizo una reducción de estómago y a lo largo de los siguientes años fue perdiendo el peso ganado, hasta llegar a rebajar más de 50 kilos, afirmando incluso que sus padres “no me reconocían”. Ahora tiene claro que no hay papel por el que vuelva a pasar por algo así.
Comenzó a cuidarse a sí misma, física y emocionalmente, hasta conseguir sentirse mejor, llevó un régimen de deporte muy estricto y aprendió a disfrutar de nuevos hobbies, como el buceo. Se apoyó en sus grandes amigos, algunos de los cuales llegaron a su vida gracias a su labor como profesora y nunca se han marchado, y en el trabajo, donde también ha ido forjando amistades, como con Seray Kaya, una de las protagonistas de ‘Mujer’ y con la que coincide en la serie ‘Kurulus: Osman’.
A sus 47 años, Yeşim Ceren Bozoğlu no ha tenido hijos, pero no parece que sea algo que le pese, pues por el camino ha encontrado a algunas personas a las que quiere como tales. Las muestras de amor que les dedica a sus amigos en sus redes sociales, ya sea una ocasión especial o un encuentro habitual, deja claro que todo el amor que siente lo dirige hacia las personas adecuadas, aquellas que la cuidan, la protegen y la acompañan en su camino, de forma terca, sin importarles lo mucho que ella se empeñe en apartarles de su lado.
Porque aunque ahora sea más consciente y más capaz de querer sin medida, esto es algo que ha tenido que aprender con el tiempo y si hay que agradecerle a alguien este gran paso adelante de la actriz es a su gato Mr. Elvis, una bola de amor peludo que se ha convertido en su gran amor y le ha regalado grandes lecciones de vida. “Tenemos la tarea de crear nuestro propio paraíso”, reflexionaba en sus redes sociales. “Esperar que alguien nos haga felices, nos dé confianza o nos haga sentir especiales es un pozo sin fin de decepción -continuaba afirmando-. Nadie más que nosotros mismos puede conseguirlo”.
Los aficionados a las producciones turcas cada vez son más numerosos, fieles espectadores que no se pierden ni un capítulo de las series que se emiten en España y hacen bien, porque nunca deja de pasar cosas y corres el riesgo de perderte algo importante si faltas a la cita. ‘Me robó mi vida’ es una de ellas, pues nos cuenta la dramática historia de Bahar, una Cenicienta moderna a la que da vida Ezgi Asaroglu.